*Con sangre mexicana, descendencia polaca, pero nacida en Nueva York, la boxeadora Fany Martínez quiere ser campeona del mundo y representar a México en los Juegos Olímpicos
Antonio Zamora
Puebla, Pue.- Fany tiene cara de niña, pero unos puños de acero y una mentalidad que la empuja a nunca rendirse, así como le enseñó su abuelo en el municipio poblano de Acatlán, donde aprendió todos los secretos del boxeo que la tienen como una de los mejores prospectos.
Nació hace 16 años en Nueva York, su mamá es de Polonia, pero está muy arraigada a sus raíces mexicanas heredadas por su papá, por eso no olvida su etapa viviendo en el país, donde además de tirar golpes aprendió la cultura de su familia.
“Cuando tenía tres años me fui con mi papá a Acatlán y me gustó mucho la cultura mexicana porque era diferente, era algo más tranquilo, tenía amigos, me gustaba comer pitayas, comer el huaxmole. Y también porque ahí conocí el boxeo, me lo enseño mi abuelito que fue peleador en los sesentas, entonces le dije a mi papá que quería ir a un gimnasio de box. pero no me apoyó, así que le pedí a los Reyes Magos que quería ir a un gimnasio de box y así empezó la historia”.
En un perfecto español, Martínez se emociona cuando platica sobre sus inicios en el pugilismo, el cual generó dudas a su papá, pero que lo terminó convenciendo por las habilidades que demostró desde su primera pelea que fue cuando tenía siete años de edad.
“Mi primera pelea la tuve como a los tres meses de que empecé a entrenar, fue contra un niño, estaba súper nerviosa, no tenía short de box, no tenía botas de box, no tenía nada, me acuerdo que mi papá me compró un short pequeñito de mezclilla, unos tenis, unas calcetas blancas, una camiseta y así fue como peleé, y a pesar de no tener ese traje de pelea ni los recursos para tenerlo pues salí adelante y destaqué”.
Desde entonces, se ha dedicado a engrosar su récord a nivel amateur sumando más de cien peleas, incluidos hombres, en nueve años de carrera, números que a su edad sorprenden. En la impresionante lista de combates, apenas tiene seis derrotas.
“Son como 115 peleas y nada más tengo seis perdidas, las demás ganadas por nocaut, y esto para mi es una motivación que para mi corta edad llevo una trayectoria y lo que falta. Cuando empecé estuve pelando con niñas, pero después no había niñas de mi peso, iba a funciones de box y pesaba 25 kilos y no había ninguna niña de mi categoría, entonces me decían que había un niño que estaba novato y a mí siempre me gustaba llevarme un trofeo a casa y la medalla del primer lugar, entonces agarraba las peleas y les ganaba”.
Y como una orgullosa mujer, presume el sobrenombre que le puso su papá, la ‘Golden Girl’, un apodo que surgió un día que lo acompañó a su trabajo donde gracias a su buena actitud para ayudarlo, le dijeron que era una niña que valía oro.
“Desde chiquita iba con mi papá a su trabajo, él ponía tablarocas y yo lo acompañaba, entonces le ayudaba a pasarle un desarmador y la herramienta, pero yo como era chiquita no sabía y yo le llevaba otra cosa, entonces con mi desesperación empujaba toda la caja para que él la agarrara y un día su jefe y vio esa reacción mía y dijo: ‘esa niña vale oro’ y mi papá dijo que sí, que era su niña de oro”.
Con más de 27 mil seguidores en Instagram, la Golden Girl sigue forjando su carrera y si bien aún le queda mucho camino por recorrer, tiene claros sus objetivos que son representar a México, siempre y cuando reciba el apoyo suficiente para poder sobresalir.
“Uno de mis sueños es representar a México porque mi corazón es mexicano, es un país que me vio mis comienzos del boxeo y de donde es mi papá, , pero si no me apoyan y no me dan facilidades para hacer mis pruebas a foguearme pues será con el equipo que me apoye, ya sea Estados Unidos o Polonia, el país de mi mamá que hace tiempo me hicieron una invitación para ir a los Juegos Olímpicos”.
